Algo que sirva como luz

Algo que sirva como luz

En el Código Abierto, tú tienes el derecho y el control de tu propio destino. Linus Torvalds

Corría el año 83, y en España todavía andábamos desincrustando las balas de Tejero del techo del Congreso de los Diputados. Mientras tanto, en la tierra de las barras y estrellas, un genio excéntrico e incomprendido creaba las bases de un proyecto que, a la postre, marcaría un antes y un después en la historia de la tecnología. En septiembre del año 1983 de nuestro señor, Richard Stallman lanzaba la iniciativa GNU con el objetivo de crear un sistema operativo completamente libre. En 1985, el bueno de Richard fundaba la Free Software Foundation con la estimable misión de promover la libertad de los usuarios de computadoras y defender sus derechos. Posteriormente, en 1991, Linus Torvalds iniciaba el proyecto de nuestro venerado sistema operativo GNU/Linux. Por cierto, ¿sabíais que originalmente lo llamó “Freax”? En fin, menos mal que cambió el nombre para poder competir con Microsoft en vez de con Torbe. Finalmente, en 1998, Netscape es liberado y se convierte en el primer navegador totalmente libre y de dominio público, lo que desencadenaría en la creación posterior de Mozilla Firefox. Alea iacta est, Internet Explorer.

Estos hitos y otros tantos que les sucedieron crearon los cimientos de un concepto clave para entender la tecnología tal como la concebimos hoy en día. El movimiento open source.

Puede que el lector profano en el universo Tech, eso de la comunidad open source (código abierto in spanish) le suene a secta chunga, estafa piramidal del “fockin” Llados o retiro espiritual fumando sapo bufo; no van por ahí los tiros. Para simplificar un poco, podríamos resumirlo como un grupo de gente un pelín especial que prefiere encerrarse en su habitación los viernes por la noche en pro de la ciencia y la tecnología… que, pensándolo fríamente, suena incluso más siniestro.

En serio, las personitas que hibernan en estas habitaciones, con más olor a cerrado que el piso del Xokas, son los verdaderos cracks que, en muchos casos, han permitido que el mundo de la tecnología haya alcanzado el nivel de desarrollo en el que nos encontramos hoy. Esta gente, con más ambición por una montura legendaria del WOW que por un fajo de billetes, comparte su conocimiento y experiencia en pos del progreso y para beneficio de la comunidad tecnológica. Gracias a esta gente, solo es necesario tener conexión a internet para acceder a un repositorio público de GitHub donde puedes encontrar proyectos tan apasionantes como el código de un traductor de Klingon-Élfico.

La realidad es que, todo esté ritual geek de difusión de conocimiento de alto valor y complejidad es una de las principales razones por las cuales, a diferencia de otros campos y especialidades, el mundo de la tecnología es cada vez más accesible de forma autodidacta. Esto permite a desarrolladores y pequeños grupos de trabajo aprender y crecer de forma exponencial. Seamos claros, somos afortunados. En la mayoría de colectivos profesionales el término “compartir conocimiento de manera gratuita” suena a herejía en Yidis. No solo estudiantes o frikazos que se aburren, como un servidor, pueden aprovecharse de la magia de los proyectos open source. Miles de empresas sacan rédito económico de estos recursos. En serio, que esto ocurra es genial, porque permite que colectivos con recursos limitados, tales como startups y freelanceers, puedan crear proyectos del copón sin rendir cuentas a la multinacional de turno. Así que ya sabes, Unity, puedes meterte tu suscripción Pro por la Asset Store.

Aunque, tampoco seamos ingenuos, que normalmente esta gente no vive en un zulo con un Camping Gas y dos camisas. Esta gente ya gana bastante pasta de forma indirecta y a través de otros canales. Además, no dire que en estos proyectos no se oculta algo de onanismo y narcisismo. Algunos perfiles de Github ya parecen pseudo cuentas nerd de Instagram enlazadas a Tinder. Aunque, para ser sinceros, dudo que en la Tierra-1218 tu foto con un terminal en negro de fondo y tu camiseta de “I’m a programmer” te consigan un saco de matchs. Ni con Tinder premium.

La verdad es que a día de hoy, la comunidad open source ya es una comunidad lo bastante madura como para celebrar su bar mitzvah. Por ello, una gran cantidad de estos proyectos son spin-off de grandes empresas. La realidad es que a las Big Tech, además de saber si compras magdalenas sin gluten en el Mercadona, les interesa que la peña aprenda a usar su tecnología e integrarse con sus productos. Además, con ello ganan reputación, visibilidad y arrebatan mercado a la competencia. ¿Creías acaso que Google se había convertido en una ONG? No somos menores de edad, no vayamos a otorgarles propiedades altruistas. De todas formas, se agradece. No nos vamos a poner exquisitos a estas alturas.

Algunos de los principales proyectos de código abierto que han cambiado el mundo:

  • Linux/GNU
  • Mozilla Firefox
  • Python y sus frameworks y librerías (Tensorflow, Pytorch, Numpy, Pandas …)
  • JavaScript y sus frameworks (React, Vue …)
  • Node.js
  • Docker
  • Kubernetes
  • Bases de datos (PostgresSQL, MongoDB)
  • Git
  • Wordpress
  • Blender
  • Apache

Y por supuesto, como toda tecnología disruptiva, la Inteligencia Artificial también tiene su prolongación en esta sagrada comunidad. Ya existen decenas de modelos de código abierto basados en LLM o Algoritmos de Difusión. Sin embargo, la amarga realidad es que la comunidad open source, por muy pro que sea, ni de lejos posee los recursos y capacidad de computación de las Big Tech. Aunque existen dignos competidores, ninguno de los modelos creados por comunidad puede compararse con los modelos desarrollados por los gigantes tecnológicos. Es por ello, que aún no tenemos en nuestras propias manos monstruos de la magnitud de los que disfrutan compañías como OpenAI, Google o Apple.

Y yo me pregunto, ¿qué ocurriría si cualquiera de nosotros pudiese disponer y utilizar su antojo cualquiera de estos gigantescos modelos de forma totalmente gratuita? Parece que las súplicas de los miembros más ambiciosos de la comunidad han sido escuchadas y, por lo que podemos intuir, es posible que en poco tiempo dispongamos de Llama 2 de manera totalmente libre. Llama 2 no es ni más ni menos que el el LLM desarrollado por Facebook, Meta o como quiera que se llame ahora. Se trata de un modelo con unas características y rendimiento similares a Bard o GPT-3.5.

Y claro amig@, este es un hito que puede marcar un punto y aparte en la democratización de la Inteligencia Artificial. Prometeo robándole el fuego a los dioses y alumbrando las antorchas de los miembros que dan luz a este maravilloso mundo tecnológico. Si la comunidad puede comenzar a reentrenar y trabajar con esos modelos sin la amenaza del ojo de Sauron de las grandes tecnológicas, su potencial y capacidades pueden ser ilimitadas. Parafraseando al tío Ben, “Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. La liberación del Balrog de la IA también entraña peligros si se utiliza de manera nociva e irresponsable. Ahí tenemos como ejemplo a nuestros colegas, los Deepfakes, que ya están empezando a provocar que más de uno tenga que comprar escobilla nueva.

Para finiquitar este post, quiero romper una lanza por todos aquellos héroes con capucha que, de forma más o menos desinteresada, ponen su excelencia al servicio del resto de la humanidad. En el open source depositamos nuestras esperanzas para seguir formando a nuevas generaciones y continuar progresando, siendo responsables y conscientes de que cada línea de código compartida es un pequeño granito de arena en la construcción de una Torre de Babel tecnológica.

LARGA VIDA A LA COMUNIDAD

Escribiendo desde un sótano en la Deep Web, atentamente math.