Un monstruo viene a verme

Un monstruo viene a verme

La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para él en el día de hoy Malcom X

🙌 🎶 ¡Python, mi buen amigo! ¡Este año volveré a estar contigo! 🎶 🙌… o quizá no

Algo importante que he aprendido estos últimos años, es ir abandonando progresivamente el hooliganismo tecnológico que, de forma inconsciente, adquirí durante mis años de estudiante. Mientras me hallaba en aquel exhaustivo tránsito universitario, interioricé multitud de sesgos, dogmas e ideas preconcebidas. Por aquel entonces, era capaz de afirmar categóricamente lo mierda que era una determinada tecnología, metodología, herramienta o producto. Algo que incluso extrapolé a otras áreas de mi vida, creyéndome en un altar intelectual que no era más que un espejismo fruto de mi ignorancia, egocentrismo y juventud. Un pipiolo, que seamos serios, por mucho que me creyera, no era más que un fetito de ingeniero. Con el tiempo y la experiencia (no tanta, que aún soy joven) la cruda realidad te curte a base de hostias y te va poniendo en tu sitio. En estos años, he experimentado en mis propias carnes la famosa curva de Dunning Kruger. Cuanto más aprendo, más comprendo la cantidad de cosas que aún me quedan por conocer. Con el paso de los años, he aprendido a huir del fanatismo y mantener una mente abierta a todo tipo de ideas y concepciones. A entender, que no todo es blanco o negro, que habitualmente la realidad está plagada de grises. Que las cosas no son mejores o peores porque sí. Que una decisión no es siempre mejor que otra y depende de multitud de circunstancias. Que el mundo en el que vivimos es increíblemente dinámico y se encuentra en constante evolución. Lo que hoy se ve desde un prisma, al día siguiente puede verse desde otro totalmente diferente.

Perdonad si me he puesto un poco intenso, esto no es un prólogo de Paulo Coelho. Simplemente, quería empezar reconociendo la cura de humildad que he recibido en mis primeros años de carrera profesional y transmitir que, las ideas dogmáticas que adquirimos en determinados momentos de nuestra vida, no tienen por qué acompañarnos el resto de nuestra existencia. Esta reflexión me sirve para enlazar y presentar el tema que quiero exponer en este post.

En estos tiempos apasionantes y convulsos, la tecnología de nuestra era evoluciona a pasos agigantados y cambia a mayor velocidad que Toni Cantó de chaqueta. La aceleración warp 9 del buque tecnológico, chetado además con el óxido nitroso de la Inteligencia Artificial, ha provocado que la hiperespecialización, la concepción de una carrera profesional unidireccional y el aprendizaje estático sean vestigios de una mentalidad vital y profesional obsoletas. Hasta ahora, existían ciertas ideas profundamente arraigadas en la sociedad. Tanto a los millennials como a generaciones anteriores, nos han taladrado continuamente con afirmaciones del tipo: Busca un trabajo para toda la vida, que la cosa está muy mal. Estudia una carrera con salidas, aunque no te guste, lo importante es ganar pasta. Estudia una oposición y cuando apruebes, a vivir. Por suerte, estas mermas comienzan a ser propias del pasado, al igual que Tuenti, Windows Movie Maker o ese clip inútil que metieron en “Güindos”.

Porque, mirémoslo con perspectiva. En pleno 2023, oteando el exigente y ambicioso futuro que nos espera, enrocarse en un rol o casarse con una sola tecnología o herramienta, es una chaladura y una temeridad. El mundo en general y profesional en particular es cada vez más dinámico, cambiante, voraz y competitivo. Imagina durante todo tu periplo profesional, encasillarte en una única tecnología, lenguaje de programación, herramienta de gestión, etc. O peor, imagina no estar dispuesto a aprender nada nuevo ¿En qué escalón de la cadena alimenticia del mundo laboral te coloca? El monstruo de la obsolescencia profesional acecha para aquel que no sepa adaptarse a las necesidades del Statu Quo actual y futuro. Además, en la actualidad, debemos añadir al juego otros agentes que amenazan al inmovilismo y la desidia profesional: IA, automatización, recursos de aprendizaje ilimitados, deslocalización, etc. Tenlo claro, si te quejas de no tener tiempo para aprender nada nuevo o simplemente no te apetece avanzar, reinventarte o enfrentarte a nuevos retos; no te preocupes. Seguramente, haya otra persona en alguna otra comunidad, país o continente que esté encatad@ de hacerlo.

En resumen, gente, la hiperespecialización ha muerto. Por suerte además, para alguien que como yo, que prefiere una visión holística y multidisciplinar. Para mí, una persona extremadamente curiosa y con hambre de aprendizaje constante, se trata de una oportunidad para seguir progresando y evolucionando. Sí, seré raro, yo disfruto con el simple hecho de aprender algo nuevo. En el futuro, probablemente será más importante ser un 8 en muchas áreas que un 10 únicamente en una. Un Raúl González Blanco de toda la vida, vamos. A día de hoy, debes empezar a meterte en la cabeza que no eres Python Developer o un AWS Specialist o al menos, no deberás serlo. En todo caso, serás desarrollador, DevOps o simplemente tecnólog@. Y ¡ojo! Que esto no solo aplica a los trabajos STEM, sino a casi todas las ramas en el ámbito profesional.

Para ilustrar toda esta chapa que te estoy dando, voy a exponerte un ejemplo totalmente ilustrativo y verosímil. Nuestro amigo Fermín, buen pollavieja digital, mantiene una conversación con su compañera Ana:

  • Fermín: ¡Buah! Yo soy un crack en MuskScript (lenguaje inventado). 10 añitos de experiencia tengo. Reviento a cualquiera.
  • Ana: ¿Te has enterado del nuevo lenguaje de programación que está petándolo? Por lo visto tiene una sintaxis más sencilla y es 10 veces más rápido que el que usamos ahora.
  • Fermín: Eso es una mierda. Tonterías de las grandes empresas para ganar más pasta. Si algo funciona pa’ que cambiar. Lo de toda la vida, vamos.
  • Ana: Pero la empresa está pensando en empezar a migrar a ese lenguaje. Los próximos proyectos ya se desarrollarán con el nuevo.
  • Fermín: Tonterías de los jefes, que no tienen ni puta idea. Yo a lo mío.

¿Qué hará nuestro amigo Fermín cuando su empresa decida que su inmovilismo y dogmatismo son inútiles para su puesto de trabajo? ¿Pedir cita en el INEM? Sí, obviamente en una empresa y en un equipo, durante un tiempo, cumplimos un rol determinado y debemos adaptarnos a las tareas que requiere ese rol. Incluso puede que quede muy guay en tu perfil de LinkedIn. No por ello debes dejar de seguir formándote, investigando, aprendiendo y, en definitiva, evolucionando como profesional y ser humano.

Además, no debemos olvidar la importancia que adquieren las habilidades transversales en un mundo donde los tentáculos de la IA y la automatización lo coparán todo. Debemos abrir el melón de las famosas Soft Skills, ya que estas serán la punta de lanza de cualquier profesional altamente cualificado. Es el momento de que las capacidades más innatas del ser humano florezcan en todo su esplendor. Habilidades como la capacidad de gestión, de trabajar en equipo, de abstracción, adaptación al cambio, creatividad, comunicación o mentorización son ya más importantes que nunca. En contrapunto, a día de hoy tenemos una deuda y un vacío profesional contundente en lo que a estas habilidades se refiere. Es preocupante que, sobre todo en el ámbito educativo, no se les dé la importancia que merecen, ni ocupen el lugar que les corresponde. En la mayoría de entidades formativas se tratan de forma colateral, si es que se tratan. Habitualmente están ahí para completar temario, como el típico amigo del grupo que a nadie cae bien, nadie le traga y nadie sabe quién le llama, pero ahí sigue.

Si te preocupa demasiado la irrupción de la IA y las nuevas tecnologías y como estas influirán en tu trabajo, deberías saber que, al menos de momento, las máquinas son incapaces de simular o imitar estas habilidades. Por mucho que lo intenten. Por tanto, deberías empezar a cultivar estas competencias desde ya.

Para ir concluyendo, me gustaría enfatizar en la necesidad de convertirnos en profesionales y personas dinámicas. En el inmovilismo, la pereza y la obstinación reside el peligro de la mediocridad y el miedo a tecnologías disruptivas. Debemos abrir nuestra mente y nuestras capacidades hacia distintos frentes, multidisciplinares si es posible. Y como no, poner el foco en las habilidades en las que los seres humanos somos únicos e irremplazables.

In your honor mlp. Escribiendo desde un sótano en la Deep Web, atentamente math.